La
calidad en la dieta alimenticia impacta la salud cerebral y las funciones
cognitivas a nivel vascular, así como en enfermedades mentales que se
manifiestan en la edad adulta, alertó la investigadora de la Universidad
Autónoma Metropolitana (UAM), Kioko Rubí Guzmán Ramos.
En un
comunicado, explicó que nunca se piensa en la condición del encéfalo como sí se
hace con otros órganos, debido al desconocimiento de que una nutrición
deficiente por años o décadas puede generar diversos padecimientos.
Señaló
que una mala alimentación incide en el estado del cerebro, el cual es un
miembro que instrumenta todas las funciones mentales, por lo que un descuido en
su salud podría reflejarse en algún padecimiento periférico y provocar
problemas de deterioro cognitivo leve y en caso extremo Alzheimer, demencia vascular
y padecimiento asociado a la malnutrición.
Mencionó
que es importante que el órgano es el orquestador del cuerpo, ya que no sólo
modula la respiración, el ritmo cardíaco, las funciones motoras, la liberación
de hormonas para que los niños se desarrollen y crezcan, "sino que hace
ser lo que somos como personas, nos da la identidad y posibilita las
interacciones sociales".
Por
ello, la investigadora resaltó que es importante llevar un estilo de vida
saludable desde la infancia, erradicar o disminuir el consumo de comestibles
con una alta carga calórica proveniente de carbohidratos y grasas e incluir en
la dieta proteínas, frutas y vegetales, además de evitar el sobrepeso y la
obesidad, así como el estrés.
Es
fundamental además potenciar el conocimiento por lo que se deben realizar
actividades mentales y físicas de manera regular, para alcanzar niveles de
grasa corporal saludables que generen el aumento de la circulación sanguínea y
la eliminación de neurotóxicas dañinas.
Guzmán
Ramos ejemplificó que existe una posible relación entre el Alzheimer y la
diabetes, hecho que muestra los resultados de una desnutrición para ese órgano.
De
los de los enfermos con Alzheimer 80 por ciento presenta algún problema en el
metabolismo de la glucosa, ya sea en estado pre diabético o con diabetes
declarada, y 98 por ciento tiene un origen no genético, multifactorial
(exposición ambiental, estilo de vida y comida) "de ahí que uno de los
factores para que se presente la enfermedad es la dieta", aseguró.
El
exceso de una ingesta hipercalórico ocasiona menos contactos neuronales,
decrecimiento de las proyecciones y prolongaciones dendríticas, como la
reducción en el tiempo de vida de las neuronas para almacenar y procesar
información de la memoria implícita, aprendida a través de la repetición,
detalló.
Incluso,
expuso que los problemas de conducta en niños (déficit de atención) pueden
reducirse con base en una nutrición basada en Omega 3, como: pescados grasos,
vegetales y semillas, entre otros alimentos.
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