La salud
del niño va más allá de la ausencia de enfermedad, pues el periodo de
la infancia hasta la adolescencia es tan importante que
marca el desarrollo y calidad de vida en la edad adulta. Por ello,
la salud infantil comprende su bienestar en todos los aspectos tanto
físico, mental, emocional como social.
Asimismo,
gracias a los avances en el desarrollo de medicamentos cada vez más eficaces
que han permitido disminuir índices de mortalidad por infecciones, malnutrición
y malas condiciones de higiene o ambientales, el concepto de salud implica algo
más que no estar enfermo.
Es
precisamente esta rama de la Medicina la que se ocupa de la salud del ser
humano desde el nacimiento hasta el final de la adolescencia, atendiendo a la
niñez desde una perspectiva global como un organismo en formación y maduración
y como un ser social con emociones y pensamientos propios.
De
esta forma, para mantener niños saludables, la Pediatría considera la atención
sobre aspectos emocionales, educativos e incluso ambientales, además de la
prevención y el tratamiento de enfermedades durante la infancia y
adolescencia.
Para
ello, especialistas en esta materia recomiendan procurar la salud del niño
mediante revisiones médicas periódicas. Los bebés deben ser revisados
mensualmente, aunque a medida que se acercan al primer año, suelen necesitar ir
al pediatra con menor frecuencia. En el caso de niños sanos mayores de 2 años y
hasta la adolescencia deben acudir por lo menos una vez al año a consulta
médica.
Este
tipo de revisiones médicas son muy importantes para el cuidado de la salud
infantil, pues mediante exámenes y exploraciones de rutina es posible vigilar
el desarrollo del niño, asimismo son excelente oportunidad para detectar o
prevenir cualquier anomalía.
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