Las pandillas son un fenómeno social y cultural que en forma paulatina ha adquirido preponderancia en nuestro entorno, es uno de los principales grilletes que impiden el desarrollo pleno de una buena parte de la juventud y de su futuro.
Este cáncer crece sin cesar y se alimenta de los seres más vulnerables: los hijos de las familias humildes.
Se ha hablado mucho de las pandillas, y más cuando éstas contribuyen a mantener una imagen de anarquía y violencia.
Afirman los autores que a la sociedad le llega mucha información sobre la situación de las pandillas, principalmente por conducto de los medios de comunicación masiva, como son las películas extranjeras en cine y televisión, relacionando las pandillas con la violencia, las drogas, el sexo, la música estridente, la vestimenta estrafalaria, las actitudes extremas, etcétera.
CARACTERÍSTICAS DE LAS PANDILLAS
Las características del comportamiento de los miembros de pandillas son variadas y pueden incluir desde tener una pobre actitud en general, hasta trastornos mayores de personalidad. Sin embargo, los autores aseguran que no pueden colocarse todos los miembros de las pandillas en una sola categoría de comportamiento. Los miembros de pandillas en su propio “territorio”, ya sea su escuela o en su barrio, pueden ser abiertamente hostiles, fuera de este enclave pueden ser amigables y hasta cordiales. Pero ellos tienen un “código” y sentido de justicia propios, y si piensan que ese código ha sido violado, puede resultar en su repentina falta de cooperación, o peor aún, en violencia.
A menudo, los miembros de pandillas son embusteros y pueden manipular fácilmente su ambiente como les sea más conveniente. Las apariencias pueden engañar. Integrantes de pandillas pueden tener dificultades controlando sus sentimientos, estar constantemente enojados con todo y todos y a la defensiva, y tener resentimientos contra la autoridad. Los más violentos pueden ser insensibles, no tener metas a largo plazo, aburrirse fácilmente, no tener remordimientos, y no controlar sus impulsos. Para muchas pandillas criminales modernas, la violencia es un medio para llegar a un fin: provecho material por medio del narcotráfico, consumo de drogas, mercado negro de armas y otras actividades criminales; son a menudo los objetivos primarios para asociarse con pandillas.
¿POR QUÉ LA JUVENTUD SE ASOCIA CON PANDILLAS?
Muchos jóvenes se unen a pandillas buscando reconocimiento, aventuras, respeto, sentir que son parte de algo que ellos consideran importante y que les brinda seguridad y protección, sentirse útiles, un sentido de lealtad, esconder sus temores demostrando bravura, y el deseo de obtener beneficios financieros. Los jóvenes más susceptibles de unirse a una pandilla son aquellos que tienen baja autoestima, carecen de adultos que les sirvan de modelos positivos, tienen dificultades en la escuela (problemas de aprendizaje, comportamiento y asistencia), vienen de familias disfuncionales en las que existe violencia doméstica, abuso de drogas o alcohol, o se relacionan con jóvenes que ya son miembros de una pandilla.
Las edades de los miembros de las pandillas van de los 13 a los 21 años. Entrevistas con miembros de pandillas indican que algunas veces ni ellos mismos entienden por qué se unen a las pandillas, pero sus razones varían desde por fraternidad hasta por protección propia, como sigue:
- Identidad: los miembros de pandillas quizá no pueden lograr una identidad propia en su ambiente, entonces la buscan en la cultura de las pandillas. Muchas veces fantasean ser como guerreros contra el mundo de fuera, protegiendo a su vecindario, a su grupo.
- Protección: en comunidades donde hay varias pandillas, el unirse a una parece ofrecer considerable protección contra la violencia y ataque por parte de pandillas rivales.
- Compañerismo: algunos miembros de pandillas no tienen estructuras estrechas de familia. Las actividades pandilleras les ofrecen continuidad y un sentido de familia y pertenencia que a veces no existe en el hogar.
- Intimidación: amenazas, palizas violentas y peligrosos ritos de iniciación son usados a menudo para forzar a la gente a unirse.
- Amor propio: estudiantes con baja autoestima quizá estén intentando aumentar el concepto de sí mismos. Estos jóvenes quieren ser reconocidos por sus actividades, ya sean criminales o no. Las pandillas pueden proveer estos elogios que tal vez no reciben en su escuela o en casa. Muchos no se dan cuenta de los peligros que existen en actividades pandilleras.
- Otras razones: hay varias razones personales por las cuales los jóvenes se incorporan a las pandillas. Estas incluyen la excitación de actividades pandilleras, la necesidad de ser aceptados por otros jóvenes, presión de sus compañeros, búsqueda de atención, beneficio financiero y tradición de familia.
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