miércoles, 1 de noviembre de 2017

Factores de Pobreza



Ignorancia:
Ignorancia significa falta de información o de conocimientos. Es diferente a estupidez, que es falta de inteligencia, y a necedad, que es falta de sensatez. Las tres palabras se confunden con frecuencia y algunas personas suponen que su significado es el mismo. «El conocimiento es poder» dicen los ancianos. Por desgracia, algunos, conscientes de ello, intentan guardarse el conocimiento para ellos solos (como estrategia para obtener una ventaja injusta) e impedir que otros lo adquieran. No espere que si usted adiestra a alguien en algo en particular, o le da una información, este adiestramiento o información se transmita de forma natural al resto de la comunidad.

Enfermedad:
Cuando una comunidad tiene una alta tasa de enfermedad, el absentismo es considerable, la productividad baja y se genera menos riqueza. Aparte de la miseria, aflicción y muerte que derivan de la enfermedad, es también un factor importante de pobreza en una comunidad. Estar bien (bienestar) no sólo ayuda a los individuos que están sanos, sino que contribuye a la erradicación de la pobreza en la comunidad.
En este caso, como en cualquier otro, prevenir es mejor que curar. Este es uno de los principios de la ASP (atención sanitaria primaria). La economía es mucho más próspera si la población está siempre sana; mucho más que si la gente enferma y debe ser tratada. La salud contribuye a la erradicación de la pobreza, sobre todo en cuanto al acceso a agua limpia, segura y potable, separación de las aguas potables y fecales, conocimientos de higiene y prevención de enfermedades – mucho más que los médicos, hospitales y medicinas, que son soluciones curativas costosas, más que medidas para evitar la enfermedad.

Apatía:
La apatía aparece cuando la gente pierde interés, o cuando se siente tan impotente que no intenta cambiar las cosas, encauzar lo que va mal, corregir los errores o mejorar las condiciones. A veces, la gente se siente tan incapaz de conseguir algo que envidian a sus familiares o vecinos de comunidad que lo intentan. Entonces procuran forzar a los que lo intentan a su propio nivel de pobreza. La apatía conduce a la apatía.
A veces la apatía se justifica con preceptos religiosos, «acepta lo que hay, porque Dios ha decidido tu destino». Este fatalismo puede ser utilizado como excusa. Está bien creer en que Dios decide nuestro sino, puesto que si aceptamos que Dios lo determine, tendríamos que estar motivados para mejorar. «A Dios rogando, y con el mazo dando» es un proverbio que demuestra que estamos en las manos de Dios, pero también tenemos la responsabilidad de ayudarnos a nosotros mismo.

Corrupción:
Cuando los recursos destinados a servicios y prestaciones comunitarias se desvían al bolsillo privado de alguien que está en una situación de poder, se pone en juego algo más que la moral. En estas series de adiestramiento, no hacemos juicios de valor sobre lo que está bien o mal. Lo que pretendemos es insistir en que éste es uno de los factores más importantes de la pobreza. La cantidad robada al público, recibida y disfrutada por un particular, es mucho menor que la disminución de la riqueza pública que este hecho genera.
La suma de dinero malversada o expoliada no corresponde a la disminución de riqueza de la comunidad. Los economistas nos hablan del «efecto multiplicador». Cuando se invierte nueva riqueza, el efecto positivo sobre la economía es mayor que la cantidad creada. Cuando se pone fuera de la circulación dinero para inversiones, la parte de riqueza de la que se priva a la comunidad es mayor que la cantidad de dinero que gana el malversador. Cuando un funcionario acepta un soborno de 100 dólares, la inversión social disminuye hasta 400 dólares de la riqueza de la sociedad.


Dependencia:
La dependencia es el resultado de ser el extremo receptor de la caridad. A corto plazo, como tras un desastre, la caridad puede ser esencial para la supervivencia. A largo plazo, esta caridad puede contribuir a la posible desaparición del receptor, y ciertamente a la continuación de su miseria.
Existe la actitud, la creencia de que una persona o un grupo es tan pobre, tan desvalido, que no puede ayudarse a sí mismo, y que necesita depender de la asistencia exterior. Esta actitud o creencia compartida es el factor de autojustificación que más contribuye a perpetuar la condición de que un grupo o individuo depende de la ayuda exterior.

fuente: http://cec.vcn.bc.ca/mpfc/modules/emp-povs.htm

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